jueves, 10 de febrero de 2011

ENTREVISTA AL ODONTÓLOGO JUAN LUIS CASTIELLA

Genio y figura, contempla sus 35 años de trayectoria como un periodo "casi corto" y afirma que todavía tiene que sacar más "rendimiento" a su larga formación.Juan Luis Castiella es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y se especializó en Estomatología y también en Cirugía Maxilofacial. Hasta ahora, trabajaba por la mañana en el servicio de Cirugía Maxilofacial del antiguo Hospital Virgen del Camino y por la tarde en una consulta particular de odontología, que cerró hace unos meses.
Muchas personas han montado en cólera porque tendrán que trabajar hasta los 67 años
-Cirugía en la red pública, dentista en consulta privada ¿Qué es lo más satisfactorio?
Son distintas. Se juntan en algún momento y se complementan. Me gustan las dos aunque el trato con el paciente es distinto. En la cirugía ves más al paciente en su conjunto aunque creo que en odontología también hay que tratar a la persona. No sólo sus dientes y muelas. No somos fontaneros.
-¿Le preocupa el avance de clínicas dentales que no son propiedad de los médicos? 
Sí. Me preocupa que haya gente que invierta en una clínica dental y contrate a personal para sacar rendimiento. Entiendo que se junten profesionales para hacer una policlínica, pero cada uno responsable de su faceta y con continuidad y no estoy de acuerdo con un inversor que contrata aleatoriamente a mucha gente.
-¿En 35 años qué ha cambiado más?
El avance en técnicas exploratorias. Antes con dos radiografías nos teníamos que apañar. Y también los materiales y las técnicas en el trabajo porque los pacientes y los problemas son parecidos. Ahora la gente está más mentalizada, hay más prevención. No sólo tenemos que curar sino también orientar para que no tengan problemas.
-¿Repetiría?
Sí. Volvería a hacer lo mismo.
-¿Qué le ha quedado por hacer?
Me hubiera gustado dedicarme un poco más a la docencia aunque durante 16 años me encargué de la docencia en Virgen del Camino, de los residentes.
-Dice que le gusta hablar con el paciente...
Sí. Hablo de lo que me trae y de lo que le saco. No pierdo de vista que delante tengo una persona. Soy clásico en eso y también en el quirófano porque tengo genio.
-¿Se enfada?
Es que las cosas tienen que ser como son. Mi primer jefe decía que en el quirófano nadie debe decir gracias ni pedir perdón porque todo el mundo debe saber qué hacer. La rutina hay que llevarla estrictamente y el médico también debe aprender el oficio de la enfermería de quirófano. A los residentes les decía que no somos cadetes de academia, somos Geos. Vamos que no hay que esperar a que te den las cosas sino que hay que aprender a tirarse del camión. 
DiariodeNavarra.com

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