lunes, 23 de mayo de 2011

¿QUÉ HACER SI TE GOLPEAS UN DIENTE?

Muchas veces cuando nos golpeamos los dientes tendemos a dejar pasar que se nos pase el dolor y no tenemos en cuenta el posible daño que hemos tenido. Como el diente es normalmente resistente pensamos de manera errónea que no tenemos que darle un cuidado tras haber sufrido un golpe. 

Aunque los golpes en los dientes suelan recibirlos normalmente los más pequeños en juegos, los adultos también pueden recibir este contratiempo. Es evidente que mientras más pequeña sea la persona más daño se puede ocasionar, ya que los dientes van ganando resistencia con el paso del tiempo.  Los casos de golpes en los dientes  se ha incrementado en los últimos años debido a la mayor actividad de los adultos y niños fuera de casa.Entre un 4 y un 30% de este grupo de población ha sufrido alguna vez un traumatismo en los dientes anteriores.

La causa de los traumatismos dentales es de naturaleza muy compleja, desde caídas, peleas, golpes durante la práctica de deportes, violencia doméstica, accidentes automovilísticos, accidentes en pacientes con padecimientos convulsivos crónicos, impacto de cuerpos extraños, etc.

Si quien ha recibido el golpe es un niño hay que tener en cuenta varias cosas. Si tiene entre 2 y 4 años los niños aún tendrán dientes de leche, mientras que si tienen más ya los tendrán más resistentes.  

Si el golpe es en un diente de leche es necesario acudir lo antes posible al dentista para que le haga unas pruebas, en principio no es necesario reparar el diente, pero si es conveniente redondearlo para que no se haga daño en la lengua o en los labios con el diente astillado.

Posteriormente es posible que el diente cambie de color, por eso hay que continuar con el seguimiento del especialista, en el caso de que salga un flemón el odontólogo puede indicar que se trate el nervio o que se quite el diente de leche.
Si el golpe se ha producido en un golpe en los dientes definitivos  recomiendan que se haya roto o no la pieza, en un máximo de media hora se acuda al odontólogo llevando la pieza rota conservada en leche.  Es importante que no toque el diente por la parte de la raíz y que no lo limpie, para que así pueda ser colocado mediante reimplantación.

¿TE CEPILLAS BIEN LOS DIENTES?

Muchas personas se lavan los dientes pero lo hacen más por rutina o por higiene que más por una cuestión de salud. Lavarse los dientes sirve para eliminar la placa bacteriana, donde se encuentran unos gérmenes que forman parte de la flora bacteriana de la boca y que al degradar los azúcares procedentes de los alimentos elaboran unas sustancias ácidas que pueden deteriorar la superficie de los dientes.

Aunque la placa bacteriana se forma de manera continua, su acción más nociva se desarrolla después de comer, y no habiendo pasado más de treinta minutos, que es cuando la producción de ácidos es más elevada porque los gérmenes cuentan entonces con las sustancias nutritivas de las que también se alimentan
Los consejos que nos dan los odontólogos respecto a cepillarnos los dientes con frecuencia y no descansarnos con los dientes sin higienizar no son un simple capricho, sino que son un fundamento básico de la salud dental, por el cual se pueden prevenir muchas cosas: desde la gingivitis y el mal aliento hasta las caries.
Es conveniente cepillarse unas tres veces al día los dientes. No es necesario utilizar mucha pasta de diente, sino una pequeña cantidad con cantidades adecuadas de flúor.
Según tus encías y debes usar distinto tipo de cepillos, más o menos suaves. Primero se debe cepillar la superficie interior de cada diente, que es donde más se acumula la placa. Cepillar suavemente de posterior a anterior. Es importante también cepillar la superficie de masticación de cada diente, así como utilizar la punta del cepillo para limpiar la parte posterior de los dientes anteriores, tanto superiores como inferiores. Incluso aunque mucha gente no lo tiene en cuenta, también es importante cepillar la lengua para eliminar las bacterias.