miércoles, 1 de junio de 2011

LA HIGIENE DENTAL Y UN CEPILLO SALVAN UNA VIDA

Se suele decir que las desgracias uno no las merece sino que están o no para uno sin más que la dichosa fortuna o en este caso infortunio. Las fatalidades se ceban muchas veces con personas que cuando parece que levantan cabeza y superan una y otra el destino no para de azotarle, otras gracias a Dios, por mucho que uno pueda sufrir reveses no se sabe muy bien cómo pero la fortuna le sonríe y los esquiva una y otra vez.
Esto debe ser lo que tiene que pensar una niña británica de dos años de edad, Katie Lolley, a la que gracias a su buena higiene dental se le ha descubierto un tumor ocular después de que la luz parpadeante de su cepillo de dientes eléctrico alertara a su madre. Este cepillo comenzó a reflejar una luz extraña y llamativa sobre el ojo de la niña, detalle que la madre no pasó por alto y acudió al doctor para consultarle.

Este tipo de tumor se le conoce como retinoblastoma, puede multiplicar su tamaño en sólo diez días y afecta principalmente a niños de menos de seis años de edad. Los médicos del centro a donde fue la chiquilla  aseguran que han podido salvar la vida de Katie porque el tumor fue detectado justo a tiempo para ser operada y tratada.

“Si no hubiera sido por las luces del cepillo de dientes, nosotros probablemente no hubiéramos visto el tumor y no estaríamos a tiempo de poder salvar la vida de Katie”, cuenta Rebecca, la madre de la pequeña. “Compramos el cepillo porque a Katie le encantaba. Se recargaba y al presionar un botón, las luces se repetían durante 60 segundos que es el tiempo que necesitan los niños para cepillar sus dientes”, explica Rebecca.

Aunque al final la niña ha tenido que perder el ojo, lo más importante es que su vida no corre peligro y gracias a unas luces de un cepillo de dientes se ha podido salvar la vida, una historia para escribir un libro.

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